lunes, 24 de mayo de 2010

Yo no tenía ganas de reir, tú reías para no llorar; yo le guiñaba un ojo a mi nariz, tú consolabas a tu soledad. Yo sin ninguna escoba que vender, tú con mil y una noches que olvidar; a mí no me quería un hombre, a tí se te moría una ciudad. Tú habías perdido el último autobús, a mí me habían echado de otro bar; los mismos alfileres de vudú, el mismo cuento que termina mal. Pero quiso el cielo bautizar el suelo con su gota a gota y con champú de arena para tu melena de muñeca rota y tu mirada azul me dijo a cara o cruz y mi alma de tahur lo puso a doble o nada. Y los peces de colores de mis botas y tus marchitos zapatitos de tacón locos por naufragar salieron a bailar al ritmo de la lluvia sobre las capotas el rocanrol de los idiotas. Yo no venía de ningún país, tú ibas camino de cualquier lugar; conmigo no contaba el porvenir, de tí no se acordaba el verbo "amar". Yo no jugaba para no perder, tú hacías trampa para no ganar; yo no rezaba para no creer, tú no besabas para no soñar. Y sin equívocas de vodevil ni alertas rojas en el corazón el dios de la tormenta quiso abrir la caja de los truenos y tronó, porque quiso el cielo acariciar el suelo... ...Qué disparate de partida de ajedrez con una partenaire adicta al jaque mate. Y tu bolso como un nido de gaviotas y mi futuro con pan duro en el cajón... ...Capeando el temporal salieron a bailar como dos locos bajo el chaparrón de notas del rocanrol de los idiotas...como tú y como yo... ...se marcó la calle con aquel detalle de dejarnos solos... ...y por casualidad comenzó a tocar la flauta Bartolo... ...Go, Johnny, go, go, go... All you need is love y bailar...



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